No cerraste el balcón a anochecer,
Y el suave viento se coló
Para acariciarte el rostro.
Mientras tanto, caprichoso,
Te negabas a despertar,
Y envuelto entre sábanas blancas,
Seguiste recorriendo
Cada centímetro del sueño.
Mientras, el Sol miraba…
Erika Martinez
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario