DESDE ADENTRO...
Lava en erupción que eclosiona miedos y fantasmas.
La vanidad se destila desde cimientes arcaicos.
Ahí donde habita el olvido dejo mis guantes, esparzo mis olores y respiro. Afloran las semillas de espacios escondidos –descubro que hay luz-, aún es posible navegar entre sirenas y barcos naufragados.Me hundo en viejas arenas pero resurjo perenne y no soy desierto.
Recojo mis miserias y me embriago en realidades posibles.¿El mar es mar? ¿La brisa es viento? ¿Por qué huelo a azahares?Despiertan mis osadías infantiles, vuelvo a creer en cenicientas y gatos con botas.
Está aquí la gloria que ansío, solo hay que correr los telones, airear incertidumbres y volver a mirar desde las certezas.No me juzgo, me doy aliento. Como un viejo actor me corro de la escena si me hiere.La sangre es sangre pero corre más fuerte si despierto.
Hoy abro mis ventanas, dejo florecer tantas enredaderas que ya no enredan y desde adentro resuenan campanas anunciando el alba.Mi niño aún espera, sé que hay otras vidas, otros cielos.Vivo ahora, brindo por ello entre destinos y mi propio espíritu.
Gustavo Tisocco
La vanidad se destila desde cimientes arcaicos.
Ahí donde habita el olvido dejo mis guantes, esparzo mis olores y respiro. Afloran las semillas de espacios escondidos –descubro que hay luz-, aún es posible navegar entre sirenas y barcos naufragados.Me hundo en viejas arenas pero resurjo perenne y no soy desierto.
Recojo mis miserias y me embriago en realidades posibles.¿El mar es mar? ¿La brisa es viento? ¿Por qué huelo a azahares?Despiertan mis osadías infantiles, vuelvo a creer en cenicientas y gatos con botas.
Está aquí la gloria que ansío, solo hay que correr los telones, airear incertidumbres y volver a mirar desde las certezas.No me juzgo, me doy aliento. Como un viejo actor me corro de la escena si me hiere.La sangre es sangre pero corre más fuerte si despierto.
Hoy abro mis ventanas, dejo florecer tantas enredaderas que ya no enredan y desde adentro resuenan campanas anunciando el alba.Mi niño aún espera, sé que hay otras vidas, otros cielos.Vivo ahora, brindo por ello entre destinos y mi propio espíritu.
Gustavo Tisocco
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